Jordi Domènech: “En Escritos dispersos y Epistolario, los lectores tienen la garantía de disponer de unas ediciones fidedignas de los escritos de Machado”

Tomás Gorria. Desde que iniciamos la edición de esta web, allá por el año 2009, la referencia de la web abelmartin.com  ha sido imprescindible, y gran parte de los contenidos que se han vertido aquí o que sirvieron de base a la exposición y el documental Machado, un poeta en Rocafort, provienen de esa fuente, que ha sido y es una de las  referencias fundamentales del estudio y  la divulgación de la vida y obra de Machado en lengua castellana. Jordi Domènech, su editor, posee un relevante fondo documental sobre la estancia de Machado en Rocafort, y en un hipotético proyecto museístico en Villa Amparo, su colaboración debería, en mi opinión, ser determinante.

Hace unos días pudimos concertar una entrevista con el y nos acercamos a Altea, donde reside desde hace 15 años. La entrevista consta de dos partes; en la primera, que publicamos hoy Jordi Domènech nos habla de su trabajo de investigación y  de divulgación sobre Machado y en la segunda entrega, que publicaremos mañana, Domènech responde a los aspectos sobre la relación de Machado con Rocafort y la Segunda República.

Jordi Domènech  es uno de los mayores especialistas en el estudio de la vida y la obra de Antonio Machado, al cual le ha dedicado más de 30 años. Editor desde 1997 editor de la página web Abel Martín. Revista de estudios sobre Antonio Machado (Premio Internacional Audiovisual Antonio Machado 2001). En 2005 organizó y coordinó el congreso “Hoy es siempre todavía”. Curso internacional sobre Antonio Machado (Córdoba, 7-11 noviembre 2005) (2006) . Actualmente prepara una edición de los Escritos de la guerra (1936-1939) de Antonio Machado.
En sus propias palabras «Nací en Vilafranca del Penedès (Barcelona) en 1954, y aparte de ganarme la vida como he podido y dedicarme durante más de 30 años a Antonio Machado, poco más hay que contar. Solo deseo que en España podamos vivir en paz y con dignidad, aunque eso es imposible bajo una monarquía. Antonio Machado lo vio bien claro».
Jordi Domènech y Tomás Gorria, en un momento de la entrevista.

I.- Treinta años de estudio sobre Antonio Machado.


¿Desde cuándo y por qué surge el interés por la vida y la obra de Antonio Machado?
Mi trabajo en torno a Antonio Machado comenzó en 1986 cuando me propuse escribir un artículo sobre los «Proverbios y cantares», pero me llevé una sorpresa porque con las ediciones disponibles era imposible averiguar en qué fechas y periódicos fueron publicadas las distintas series de «Proverbios», una información básica y elemental para cualquier estudio. Incluso no era posible averiguar qué poesías contenía la edición original de Nuevas canciones (1924). Me di cuenta entonces de que las ediciones de Antonio Machado dejaban mucho que desear, un problema, sin embargo, que es general y afecta a otros muchos autores y no solo a Machado. Por ejemplo, en una de las ediciones de bolsillo más populares y vendidas entonces de las Poesías completas de Antonio Machado, de 1982, contabilicé hasta 200 erratas, aparte de otras tantas enmiendas de puntuación del editor. Con erratas tan espectaculares como faltar un verso entero en una de las poesías, o el siguiente gazapo en uno de los «Proverbios y cantares»: «Cuida de que no se entere / la cucaña seca / de tus ojos verdes», en vez de «… tus hojas verdes». Por cierto, esa errata se ha trasladado incluso a la edición de Poesías completas de Oreste Macrì (p. 646), a pesar de haber sido corregida miles de veces, y persiste también en la última edición de bolsillo que dispongo de las Poesías completas (Espasa-Calpe, 2006, Austral, p. 299). En fin, me pregunto qué comentarios pueden hacerse de unas Poesías completas con 200 erratas (¡más de una errata por poesía!) o de un poema al que le falta un verso. Y el mayor milagro es que Machado haya sobrevivido a esos desastres y los lectores sigan leyéndolo y apreciándolo.

Decidí entonces seguir el camino del hispanista Geoffrey Ribbans, autor entonces de una edición ejemplar de Antonio Machado, Soledades. Galerías. Otros poemas (Barcelona, Labor, 1975). Era obvio que lo más urgente e imprescindible era disponer de ediciones fiables y rigurosas de las obras de Machado, además de impecables desde un punto de vista filológico, como la mencionada de Ribbans. Y opté por empezar por lo más complicado: los escritos dispersos (artículos, discursos y conferencias, prólogos…) y cartas. Me costó cerca de 15 años de trabajo reunir todo el material, carta a carta y artículo a artículo, revisar periódicos incluso locales (Soria, Segovia…), y finalmente anotar los escritos, pero la edición acabó por ver la luz: Prosas dispersas (Páginas de Espuma, 2001), la cual fue revisada y actualizada en 2009 con nuevos escritos y cartas, en dos volúmenes:  Escritos dispersos (1893-1936) y Epistolario, publicados por Octaedro.

Actualmente llevo unos años trabajando en una edición de los Escritos de la guerra (1936-1939), que ya veremos cuándo acabaré. Tengo también en un cajón, desde hace  tiempo, un libro para el que no encuentro editor: Antonio Machado visto por la crítica (1903-1939). Crítica – reseñas – poesías dedicadas. Se trata de una  amplia selección de 120 críticas sobre la obra de Antonio Machado, publicadas en vida suya en todo el mundo.

¿Cómo surge el proyecto de abelmartin.com?
Digamos que cuando en España dispusimos de acceso a Internet, quedé fascinado. La WWW es un medio de difusión y comunicación fabuloso, como nunca antes ha existido nada similar en la historia de la humanidad: cualquiera en cualquier lugar puede publicar algo en la Web, e instantáneamente puede ser leído en todo el mundo, hasta en el último rincón. Esto es fabuloso. Así pues, en un caluroso verano de 1997, en Barcelona, decidí publicar una página web dedicada a Antonio Machado, aprovechando mis conocimientos que ya en aquellas fechas había acumulado sobre el poeta. No tenía ni idea de Internet, ni de dominios, hostings, ni de cómo editar una web, pero en solo el mes de agosto estuvo la web lista y disponible en Internet. Como anécdota contaré que el primer problema que tuve que enfrentar fue conectar mi Mac a Internet, con un sistema operativo antiguo y en teoría inviable para conectarse. Pero logré encajar el sofware necesario y cuando escuché el pipo-papo… tuuuutttttt de la conexión, creo que es una de las mayores alegrías que he tenido.

Los antiguos usuarios de Internet en España sin duda recordarán que la conexión a Internet era a tarifa de llamada local. Las facturas de teléfono que me llegaban eran de infarto. Creo no exagerar si digo que aquel primer millón de antiguos usuarios de Internet en España hemos financiado la expasión posterior de Telefónica (!).

En fin, compré un pequeño editor de HTML, por 15 dólares, y con esa maravilla de programita más Photoshop construí la web en unos días. Aparte de la conexión, otro coste disparatado en aquella época era el alojamiento de la web, pues en España cobraban lo que querían y funcionaba a pedales. Harto de pagar por nada, a los tres años trasladé la web a un hosting de Estados Unidos, en el cual todavía sigo y con el que estoy encantado: en 18 años no he tenido un solo problema y la página web no ha dejado de funcionar ni un minuto.

Ahora, y desde 2012, la web está en suspenso por la situación política en España, inaceptable, y por las razones que allí expongo. Por desgracia, creo que seguirá así por algún tiempo.

¿Ha tenido algún tipo de ayuda o colaboración de alguna institución?
Nunca he tenido ninguna ayuda institucional, ni respecto de la web, ni respecto de lo más importante que es mi trabajo como investigador de Antonio Machado. Tampoco he esperado ninguna clase de ayuda. Oficialmente no existo, lo cual creo que es más un honor que lo contrario. Ahora bien, he tenido el reconocimiento y la estima de algunas personas, desde Geoffrey Ribbans a Carlos Blanco Aguinaga, entre otros profesores, y eso para mí es más que suficiente.

En un momento determinado dejó de actualizar la página. ¿Cuáles fueron los motivos?
Como he dicho antes, en julio de 2012, con el gobierno de Rajoy Brey, decidí dejar en suspenso la web sobre Antonio Machado como protesta por la deriva política del gobierno. No solo los españoles de a pie hemos pagado como dóciles ovejitas la descomunal deuda privada de los bancos españoles con los bancos alemanes y franceses —además de «rescatar» bancos quebrados, que por cierto no han devuelto ni un euro (!)—, sino que la llamada «revolución conservadora» ha llevado a cabo, en todas partes, un saqueo y expolio generalizados como no lo ha habido jamás en la historia (Josep Fontana, El futuro es un país extraño, Pasado & Presente, 2013). Saqueo con todas las letras y con el significado que le da el diccionario de la Academia a la voz saquear:  «Apoderarse de todo o de la mayor parte de determinada cosa.» Eso es lo que ha hecho en España el gobierno de Rajoy Brey, y además con entusiasmo y saña, obviamente como fiel servidor a las órdenes de quienes mandan. El resultado está a la vista.

Por supuesto, si no es por san BCE y san Mario Draghi, ya estaríamos haciendo compañía a Grecia, y ahora Turquía y Argentina. Pero como todo lo inexorable acaba por llegar, solo cabe esperar que el colapso financiero de los dos billones de euros de la deuda externa de España no coincida con el colapso de la tronada monarquía española, porque entonces será para echar a correr y no parar. El problema es que en España no hay ningún partido político que vea más allá de la punta de su nariz —y algunos como PP y Ciudadanos, ni siquiera eso, reconvertidos ambos en hooligans populistas, a tono con la nueva barbarie euroatlántica—, y nadie trabaja y se prepara para encontrar una salida ordenada a la monumental crisis de Estado en la que estamos metidos.

¿Qué novedades aportan sus dos libros Escritos dispersos y Epistolario al conjunto de la obra investigadora de Antonio Machado?
Primero, en Escritos dispersos se publicaron 43 nuevos textos que no figuraban en la edición de Obras completas de Antonio Machado a cargo de Oreste Macrì (Espasa-Calpe, 1988), y en el Epistolario se incluyeron 51 nuevas cartas que tampoco estaban en la edición mencionada. Por cierto que cuando apareció mi edición en 2001, un reconocido crítico y catedrático publicó una reseña en la que decía que en mi edición «No hay inéditos», lo cual fue destacado por el editor del periódico en una entradilla y  letras del cuerpo 28. Es triste, porque tenía en gran consideración al autor de la desdichada reseña, que sin duda se cubrió de gloria. Después de todos estos años, gracias a estas cosas y a otras tanto más penosas, he acabado por darme cuenta de que estoy en España.

Segundo, lo más relevante de estas ediciones es que todos los textos incluidos en ellas fueron cuidadosamente cotejados con sus originales, lo cual no se había hecho nunca. Por lo tanto, los lectores tienen la garantía de disponer de unas ediciones fidedignas de los escritos de Machado, limpios de las infinitas erratas, gazapos y enmiendas que abundan lamentablemente en muchas de las ediciones modernas de las obras de Antonio Machado. Esta labor ecdótica, tan importante, era la primera vez que se realizaba de un modo sistemático.

Finalmente, las notas a los escritos y cartas aportan, en mi opinión, una útil y abundante información sobre el contexto y las circunstancias de cada escrito. Personalmente agradezco muchísimo las ediciones anotadas, y cuanto más, mejor, aunque por desgracia no son frecuentes, quizá porque nadie tiene la paciencia de dedicarse a ello.

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